miércoles, 8 de mayo de 2013

Ahora, todo oscuridad.

Quisiste que se quedara junto a ti, ¿eh?
Te encuentras tan solo en este mismo instante que en tu cabeza los recuerdos se amontonan unos encima de otros, y se asfixian entre ellos a la vez que tú dejas que te inunden. 
Sus labios ya no te quitan el aire pero te falta igualmente.
Ya no te ahogas en sus ojos pero no sabes encontrar el camino a casa sin la luz de estos.
Y piensas, una vez más, en los momentos no vividos. 
Sólo se te ocurre pensar y pensar. Mientras dejas que la habitación en la que te encuentras se llene de tu angustia y te encierre en ti mismo para siempre. 
A veces, incluso, abres los ojos y respiras hondo, llenando tus pulmones de aire. De vida. 
¿Aire? ¿Vida?
Aire era cuando lo respirabas tú.
Vida cuando estabas conmigo.

sábado, 4 de mayo de 2013

Tristeza, dices...

      Que las lágrimas lloren ya es la gota que colma el vaso.
Tristeza, ¿dices? Tristeza eres tú cuando miras fijamente al cielo
esperando hablar con Dios, sin saber que murió hace 
mucho tiempo.
Tristeza es un abrazo igual de roto que tu sonrisa. 
Es ausencia de algo.
Ausencia de todo.
Ausencia de ti.


Dulce locura.

Dulce locura.