miércoles, 12 de octubre de 2011

Clap.

Que lo que necesito no es que vengas a consolarme diciendo mucho sin decir nada.
Simplemente, cuando esté mal, acércate y sonríe. Demuéstrame, que yo también tengo motivos para sonreír, ya que sabes de sobra, que mi motivo para sonreír, eres tú.
Porque hay gente que me hará daño, pero sé, que hay mucha más gente que sabe tapar esas heridas de antiguos males.
Gente que se merece todo lo bueno de este mundo (si es que tiene algo de bueno) por el simple echo, de regalar sonrisas, abrazos e ilusiones cuando más lo necesitas.
Por esa gente, pido un aplauso.

:)

lunes, 10 de octubre de 2011

S.M #

Como gotas de lluvia resbalando sobre el cristal, vosotros, tan atareados, tan hipócritas, tan antipáticos, tan sumamente gilipollas, vais compitiendo por ese estatus social que, por lo que se ve, todos aspiran; y ¿alguien me puede decir por qué me llaman a mí loca? Cuando son ellos los que cometen la mayor locura del mundo:
No disfrutar de la vida.

Nothing person #



¿Quién me iba a decir que llegaríamos a este punto?
Ya sabes... En el que solo seamos TÚ y YO, sin nadie más.
Siendo capaz de decirte lo que siento a la cara, porque creo, bueno, no creo, SÉ que tú también sientes lo mismo.
Capaz de mirarte a los ojos y callarte con un beso.
Porque aún sigo muriéndome por ti, solo que ahora, eres más real, más auténtico, más tú.

martes, 4 de octubre de 2011

Negativity. ##

Me desperté una mañana con el sonido de la lluvia de fondo, ya sabes, esas típicas mañanas de finales de otoño que hace frío y no te apetece levantarte de la cama. Había tenido ese sueño raro que tenía todas las noches y que siempre lo relacionaba contigo, como todo lo que hacía o veía. En mi sueño, como siempre, estábamos tú y yo. Nos mirábamos fijamente a los ojos, mostrándonos nuestros sentimientos, que ni siquiera sabía si eran los correctos, pero si no lo eran, yo me los inventaba.
Al abrir los ojos, pude apreciar que una vez más me había dormido con tu olor.
Lo peor de todo era que, recién levantada, una no es persona, así que pensé lo que pensaba siempre y ese "tengo ganas de verle" acompañado de una sonrisa nubló mi mente, y sin yo quererlo, noté como gotas de agua me surcaban la cara. No, no eran de la lluvia. Era mi reacción ante ese pensamiento tan estúpido. Él ya no estaba. No iba a verle. Y por supuesto, ese olor suyo acabaría quitándose de mi ropa.

¡R.C.I!

Lo más duro de todo fue el adiós, más que nada porque no hubo ningún adiós.
Con ese cambio de sentimientos que le caracteriza, una mañana me llamó. Lloraba y no sabía por qué.
Lo único que pudo decir fue un "lo siento" casi imperceptible.
Sentía que lo estaba perdiendo y no podía hacer nada para remediarlo.
Busqué en cada rincón de la ciudad pero no encontré más que desesperación.
Le llamaba y no cogía el teléfono. Realmente, yo ya sabía qué le pasaba. Tenía miedo. Miedo de no ser aceptado. Y ese miedo le separaba de mi. No podía permitirlo. Después de estar buscando durante tres horas por toda la ciudad y movilizar a todo el mundo, salí corriendo sin dirección alguna, y allí sentado debajo del puente, escondido, vi a aquel chico, que un día quise como un hermano y que ahora a mis ojos era un extraño.

Very Important People.$

Como gotas de lluvia resbalando sobre el cristal, vosotros, tan atareados, tan hipócritas, tan antipáticos, tan sumamente gilipollas, vais compitiendo, os pisoteáis y peleáis por ese estatus social que, por lo que se ve, todos aspiran; y ¿alguien me puede decir por qué me llaman a mí loca? Cuando son ellos los que cometen la mayor locura del mundo:
No disfrutar de la vida.

domingo, 2 de octubre de 2011

Dulce locura.

Dulce locura.