miércoles, 26 de junio de 2013

"Cuando has querido a alguien, nunca lo olvidas.
Sigues adelante, porque es lo que hay que hacer, pero lo llevas siempre contigo en el corazón."


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Llevo desde los diez años escribiendo. No tengo ni libro ni canción favorita. Tampoco tengo ninguna virtud que cabe destacar ni nada fuera de lo normal. Cuando me inspiro, cojo lo que sea para escribir y lo suelto todo. Dudo que más de 5 personas conozcan este blog. Tengo casi dieciséis años y justamente hoy me he dado cuenta de que no escribo más que tonterías: historias de amor que acaban mal, que acaban bien o que ni si quiera acaban. Jamás he escrito sobre las injusticias de este mundo o sobre las cosas del día a día, ya sabéis, la rutina de todo ser humano. Eso que apreciamos cuando ya no está. Quiero decir, ¿quién te asegura que mañana los volverás a ver? A los tuyos, digo. ¿Qué padre puede saber con toda seguridad que al despertarse para ir a trabajar sus hijos seguirán ahí durmiendo? ¿Qué persona, ya sea padre, hermano, hijo, sobrino o amigo, puede saber a ciencia cierta que jamás se quedará solo? ¿Acaso sabéis cuando los vais a perder? 

domingo, 23 de junio de 2013

Non, je ne regrette rien

Llorar abrazada a tu olor se convirtió en rutina, y ya nada era más abrumador ni más bonito.
Y sentir que tus caricias se resbalaban por mis manos como las gotas de ese perfume que guardé en algún sitio, dentro de mí.
Si querer también es relativo, puede que la cordura se fue cuando cayeron las primeras lágrimas, las primeras hojas rotas. 

Algún día puede que recuerdes que existí algún tiempo dentro de ti, que era tan punzante como mirar el Sol de frente. Puede que vuelvas. Puede que te quedes. Que desaparezcas. No importa. Después de ese dolor, soportaría otros golpes, otras cicatrices, otras mentiras y algún que otro roto. 

Dulce locura.

Dulce locura.