Decidió cerrar la puerta de su habitación y quedarse a solas con su soledad para pasar unas risas con ellas.
Pretendía preguntarle tantas cosas que al final no obtuvo ninguna respuesta y volvió a dejarse llevar por el mismo silencio perturbador de siempre.
Y allí se quedaba la puta soledad, partiéndose el culo de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario