domingo, 20 de enero de 2013

¿Me vas a decir a mi qué es posible y qué no?
¿Quieres decirme que un puto osito de peluche y unas flores o chocolate van a arreglar algo que ya está roto? O un perdón. 
A mi me sobra con una sonrisa, ¿sabes? Pero a penas sabes a qué me refiero cuando cito tu nombre en algún libro. O en alguna canción. Todo en mi cabeza. 
Siempre he querido ser algo así como el oxígeno que te rodea, como si pudiera abrazarte, y me mira desafiante como diciendo "Jódete, ya nada será como antes." 
Y quizás le escuche y retroceda. Pero no saltaré. Porque tras ese salto, no estarás tú. Nunca lo has estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dulce locura.

Dulce locura.