miércoles, 23 de mayo de 2012

-Dime un deseo y prometo hacerlo realidad.
-Pero... ¿lo prometes de verdad? Si te lo digo, ¿es cierto que se hará realidad?
-Lo prometo de verdad. Va, dímelo. Lo que sea.
-Pues... quiero que un chico me mire a los ojos y me diga que me quiere, que le de igual que yo también le quiera a él porque va a permanecer junto a mi quiera o no quiera, que impida que me caiga o que me levante del suelo si lo hago,que me haga reír, que tenga los ojos más bonitos del mundo y que me miren sólo a mi, que al olerlo, no tenga ganas de oler a ningún otro, que me diga a todas horas que soy su princesa y que él es el príncipe dispuesto a pelearse con mil dragones para conseguir un beso mío. Eso es todo. Y bien, ¿dónde está?
-Delante tuya.
-¿tú?
-Quizá no tenga los ojos más bonitos del mundo, ni sea un príncipe, a penas conozco la perfección. Pero te puedo asegurar, que esta rana por un beso tuyo se convertiría en príncipe, en rey y hasta en perro si hiciese falta y desde luego, quieras o no, permaneceré junto a ti.


1 comentario:

  1. repetiste la entrada despues e tanto tiempo
    ¿es que aun no lo encontraste?

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Dulce locura.

Dulce locura.