viernes, 20 de julio de 2012

Al final te sientes tan hecha mierda por todo lo que has tenido que soportar, que ya todo te da igual.
Miras a tu alrededor y lo único que ves es gente. Multitud de gente. Pero ninguna persona.
Sabes que te critican, que hablan de ti a tus espaldas, que desean verte caer aunque una sonrisa, cínica, por supuesto, se les dibuje en sus caras al saludarte.
Y tú, ¿qué haces? ¿Qué cojones haces cuando nadie te quiere en su vida? Cuando sientes que no le importas a nadie realmente... ¿Hundirte? Puede. ¿Acaso esa es la solución? Pues nada, adelante, mete tu cabeza en la tierra y deja que tu vida se derrumbe dejando que a la vez, el mundo que te rodea caiga a tus pies como si fuese una fruta madura y plagada de gusanos. ¿Y luego qué? ¿Más de lo mismo? Que hagas eso no significa que vayas a dejar de sentirte una gran mierda. Al igual te ayuda un poco a mirar hacia delante con una sonrisa, no sé, la vida es más llevadera si cumplimos eso de: "todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar". Ya sabes, pasa haciendo tu camino y nunca te pares ni retrocedas. Aunque tengas ganas. Aunque duela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dulce locura.

Dulce locura.